La edición XX del encuentro estuvo signada por el descontento de los cableros por las resoluciones del AFSCA (nuevo Comfer) sobre la desinversión y el reordenamiento de la grilla. “Estas políticas apuntan a controlar los medios”, aseguran.
Las declaraciones del titular de la AFSCA, Gabriel Mariotto, al afirmar que quién no cumpla la resolución de la grilla perderá su licencia, es una muestra clara que el objetivo no es sólo controlar las grillas de la TV por Cable, sino un anticipo de que el gobierno avanzará por la confiscación a través de sumarios y sanciones que le permitan la intervención de los medios.
En consonancia con esta declaración, el Jefe de Gabinete afirmó que los privados no tienen potestad sobre la grilla y que esta es del Estado, en una visión anticonstitucional y sin respaldo real.
La resolución sobre el ordenamiento de la grilla de los servicios de televisión por Cable y las afirmaciones subsiguientes de autoridades del Gobierno, desnudan los objetivos políticos de control de los medios y de la circulación de información.
El ex interventor del Comfer y actual presidente de la AFSCA, explicitó que tiene “potestad” con su sola firma para caducar las licencias de quienes no cumplan con la resolución.
La reglamentación forzada de la ley y las resoluciones que derivan de ella son una clara muestra de un avance en dirección a silenciar a los Cables como instrumentos de libertad de expresión, violando el derecho de propiedad y del ciudadano a estar informado. La ATVC expresó su asombro y repudio a esto al finalizar las Jornadas de TV por Cable.
En el marco de este encuentro anual, Walter Burzaco, presidente de la ATVC destacó que “El cable es una piedra en el zapato a la vocación de control informativo. Se apunta a terminar con una industria nacional de cuajo, a cercenar el pluralismo, a limitar la libertad de expresión. En el camino se eliminarán fuentes de trabajo y cerrarán empresas. Para hacerlo, se construye un discurso falaz para acusarnos de muchas mentiras, cuando lo que molesta es la independencia y la pluralidad que reciben nuestros clientes”.
“Más allá de la peligrosa Ley de Medios, ahora se la reglamenta con un Decreto que excede los preceptos de la misma y la empeora para los medios existentes. Por ejemplo: se crea una nueva figura de intervención directa sobre los medios privados, mediante un delegado administrador nombrado por la Autoridad de Aplicación. También se dispone un régimen de licencias supuestamente orientado a las Micro y Pequeñas empresas, pero que deja afuera a los pioneros de nuestra industria, los Cables PYMES.”
En diferentes declaraciones, los empresarios del sector destacaron que la nueva ley de medios contiene artículos que protegen empresas u organizaciones con prácticas anticompetitivas, como las cooperativas, lo cual implica una amenaza para la subsistencia de los cables del interior.
Afirmaron además que la ley persigue desarmar una industria y beneficiar a las telefónicas en forma directa. En este sentido, se hizo referencia a que los artículos 39 y 40 constituyen una barrera a la inversión. La limitación a un máximo de 24 licencias es también una restricción, con asimetrías respecto del servicio satelital, que con una sola licencia abarca todo el territorio. Así se limita el desarrollo de la banda ancha, dado que a menor volumen, menor capacidad de inversión.
A su turno Joao Manoel de Pinho Mello, especialista en regulación de mercados y egresado de la Universidad de Stanford, destacó que “en Brasil no existe límite a la cantidad de licencias de los cables ni a la cobertura, este tipo de limitaciones pone en desventaja al Cable frente a los servicios satelitales y puede generar aumentos de precio, regular esto es primitivo.”
Según Burzaco, con las concesiones otorgadas por el Gobierno a las empresas telefónicas “No se repara en la acumulación de telefonía fija y celular, Internet; la entrada por el costado en televisión y radio, todas concesiones gratuitas, no a PYMES ni a organizaciones sociales sino a grandes corporaciones de capital foráneo. Beneficios obtenidos gracias a la burla continua de la regulación y a la asimetría con el resto de los países del mundo, y sobre todo gracias a la complicidad de organismos reguladores, que no ven, o no les conviene ver, el monopolio dominante”.
“Nadie mira el enorme beneficio que reciben las telefónicas al avanzar contra la mayor operadora de Internet por cable módem. Nadie hace mención a que la nueva reglamentación de la Ley impide que las empresas de Cable compitan en telefonía, algo que se logró con una enorme lucha en el 2000 con el decreto 764. Se protege al monopolio telefónico, se le hacen excepciones con nombre y apellido, y se despedaza a sus competidores”.
Desde el punto de vista de los especialistas, Alejandro Fargosi, Presidente de la Academia Argentina de Arte y Ciencias de la Comunicación y experto en regulación de comunicaciones, afirmó que el cable no tiene nada que ver con la radiodifusión, y declaró que “La Televisión por Cable es un transporte. Por eso debemos pedir la liberación del cable, que no tenga regulaciones. Salvo en protección del consumidor, la competencia y la instalación de las redes. Salvo estos aspectos, nada hay que regular, y la paradoja es que la autoridad de aplicación en ninguna de estas tres tiene nada que hacer. Esto será excesivo”.