La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó intimidaciones sufridas por dos directivos de Clarín y el ataque a la oficina del periódico en una localidad del interior del país que consideró "que se asemejan más a una maniobra dirigida a intimidar al diario".
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó intimidaciones sufridas por dos directivos de Clarín y el ataque a la oficina del periódico en una localidad del interior del país que consideró "que se asemejan más a una maniobra dirigida a intimidar al diario".
El diario Clarín denunció que en la madrugada del martes desconocidos provocaron destrozos en su corresponsalía de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, a unos 400 kilómetros al norte de la capital.
Según se reportó el miércoles, la cerradura de la puerta fue forzada y los intrusos revolvieron archivos periodísticos y de administración, pero no robaron nada. La policía confirmó el hecho ante la consulta de AP.
El martes el matutino informó que dos de sus directivos fueron objeto de agresiones e intimidaciones en sus domicilios, que se suman a la aparición de afiches y pintadas callejeras contra Clarín.
"Las acciones en contra de Clarín no parecieran producto del azar, sino que se asemejan más a una maniobra dirigida a intimidar al diario", expresó el presidente de la SIP, Enrique Santos Calderón, según un comunicado difundido por la entidad con sede en Miami.
La casa del gerente de asuntos jurídicos del Grupo Clarín, Pablo Casey, fue atacada el sábado a la noche con huevos y pinturas. La vivienda se encuentra en un barrio cerrado.
El director de Relaciones Externas de la compañía, Jorge Rendo, denunció que durante el último fin de semana desconocidos a bordo de un automóvil montaron guardia frente a su domicilio.
"Con la intención de despejar toda duda, hacemos un llamado a las autoridades a indagar estas denuncias y perseguir a los responsables, de lo contrario la impunidad puede degenerar en mayores atropellos a la libertad de prensa y al derecho del público a saber", reclamó la SIP.
Los hechos se producen en momentos en que Clarín y el gobierno de Cristina Fernández mantienen una tensa relación, que se comenzó a deteriorar hace más de un año cuando partidarios de la mandataria y de su esposo y antecesor Néstor Kirchner lanzaron consignas contra algunos medios pertenecientes al grupo en actos oficiales.
La SIP también se refirió a "sorpresivas inspecciones" de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), a empresas cercanas al Grupo Clarín como Torneos y Competencias, que durante 18 años fue su socio en la explotación de derechos de televisión de los partidos del fútbol argentino hasta que hace dos semanas la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) rescindió unilateralmente el contrato para después cederlos al estado.
La AFIP no difundió una versión oficial sobre dichas inspecciones.
Funcionarios como el jefe de gabinete de ministros, Aníbal Fernández, dijeron que periodistas del grupo Clarín tienen una manifiesta intencionalidad contra la gestión del gobierno no sólo por la caída del contrato con el fútbol sino también por un proyecto de nueva ley de radiodifusión impulsado por la presidenta que supuestamente perjudicaría los intereses del medio.