Un informe de Great Place to Work y HIT analiza cómo la flexibilidad, el bienestar, la modalidad de trabajo y la experiencia de traslado están redefiniendo la relación entre las personas y las organizaciones, y marca los principales desafíos para atraer y retener talento de cara a 2026. Mirá el informe completo.
La experiencia laboral atraviesa una etapa de redefinición profunda. Así lo refleja el informe
Tendencias Laborales 2026: Nuevos paradigmas de flexibilidad, bienestar y atracción de talento, elaborado por
Great Place to Work junto a HIT, que ofrece una radiografía actualizada sobre cómo las personas perciben hoy su entorno de trabajo y cuáles son los principales desafíos que enfrentan las organizaciones de cara a los próximos años.
El estudio se basa en más de
200 respuestas de colaboradores de distintas industrias y tamaños de empresa, y analiza tres dimensiones centrales del bienestar laboral: la modalidad de trabajo, los beneficios y las prácticas de wellness, además de incorporar un eje cada vez más relevante en la agenda corporativa: la experiencia de traslado hacia el trabajo.
Uno de los datos más contundentes del informe es la consolidación del modelo híbrido como modalidad predominante. El 63,5% de las personas encuestadas trabaja bajo esquemas que combinan presencialidad y trabajo remoto, mientras que el 29,5% se desempeña de manera 100% remota y solo un 7% lo hace exclusivamente de forma presencial. Sin embargo, el relevamiento muestra que, en la mayoría de los casos, la modalidad no es una elección personal:
el 63% afirma que el formato de trabajo es definido exclusivamente por el empleador.
Esta falta de autonomía aparece directamente vinculada a los niveles de compromiso y retención. El informe destaca que cuando las personas pueden elegir dónde trabajar —ya sea de forma individual o consensuada— aumentan significativamente las probabilidades de permanencia en la organización y se reduce el riesgo de desmotivación o desvinculación silenciosa. En ese sentido, el estudio concluye que no es el trabajo remoto o presencial lo que fideliza al talento, sino la posibilidad de decidir.
El análisis también pone el foco en el rol del espacio físico de trabajo.
Más del 70% de los encuestados considera que el entorno impacta de manera positiva o muy positiva en su productividad y bienestar, aunque persisten oportunidades de mejora vinculadas al diseño, la tecnología y la flexibilidad de uso. Los espacios híbridos, que combinan áreas de colaboración, zonas de concentración y buen soporte tecnológico, aparecen como los más valorados, especialmente por quienes trabajan bajo esquemas mixtos.
La tecnología se posiciona como el factor más crítico para garantizar reuniones y tareas efectivas, en particular en entornos híbridos donde la integración entre lo presencial y lo virtual es clave. Pantallas, conectividad y audio de calidad superan en importancia a otros aspectos tradicionales del espacio de oficina, como la disposición de escritorios o las oficinas privadas.
En materia de beneficios, el informe revela una percepción heterogénea. Si bien más de la mitad de las personas se declara satisfecha, existe un porcentaje significativo que mantiene una postura neutral o de insatisfacción, especialmente en empresas pequeñas y medianas. La alineación de los beneficios con las necesidades personales y familiares aparece como uno de los principales desafíos, junto con la necesidad de comunicar de manera más clara y segmentada las iniciativas existentes.
El bienestar físico y mental constituye otro de los ejes centrales del relevamiento.
Solo el 47% de los encuestados percibe que su empresa promueve activamente el bienestar, mientras que casi un cuarto considera que no lo hace. En paralelo,
poco más de la mitad siente que puede hablar abiertamente sobre salud mental en el entorno laboral, lo que deja en evidencia la necesidad de construir culturas organizacionales más abiertas y psicológicamente seguras, con líderes capacitados para abordar estos temas sin estigmas.
El informe incorpora además un análisis detallado sobre la calidad del viaje al trabajo, un aspecto que suele quedar relegado pero que impacta de forma directa en el bienestar diario.
El tiempo promedio de traslado es de casi 48 minutos y más de un tercio de las personas tarda una hora o más en llegar a su lugar de trabajo. La calidad del viaje obtiene una valoración media de 6,39 sobre 10, lo que refleja experiencias muy dispares y abre oportunidades para repensar políticas de flexibilidad horaria, movilidad y cercanía.
Como conclusión, el estudio señala que la experiencia laboral hacia 2026 estará definida por la capacidad de las organizaciones para integrar flexibilidad, bienestar y autonomía en modelos de trabajo más humanos y sostenibles. Conocer en profundidad cómo viven las personas su día a día laboral aparece como el primer paso para diseñar entornos que no solo mejoren la satisfacción individual, sino que también impacten en la innovación, la retención del talento y los resultados del negocio.