Frente a la desaceleración inflacionaria y paulatina reactivación del consumo, el mercado de juguetes en Argentina comienza a mostrar signos alentadores de recuperación y se prepara para una de las fechas más relevantes del año.
Frente a la desaceleración inflacionaria y paulatina reactivación del consumo, el mercado de juguetes en Argentina comienza a mostrar signos alentadores de recuperación. A esto se suma un factor estructural clave: la flexibilización de las políticas de importación, que impacta directamente en la oferta disponible, la competitividad y los hábitos de compra de las familias argentinas.
La inflación interanual, que superaba el 280% en 2024, se redujo a niveles cercanos al 48% en la primera mitad de 2025. Este descenso, junto con una mayor estabilidad cambiaria y el regreso del financiamiento en cuotas, crea un escenario más propicio para el consumo de bienes durables —como los juguetes— en fechas clave como el Día del Niño
Un mapa competitivo en transformación
La eliminación del Impuesto PAIS para importaciones, la habilitación del sistema puerta a puerta sin tributos para cinco envíos anuales de hasta USD 400, y la posible baja (que nunca llega) de aranceles del 35% al 15-20%, están reconfigurando el escenario comercial. Esto permite ampliar el surtido, incorporar licencias globales y responder a una demanda más exigente y aspiracional.
"El consumidor prioriza el valor percibido del producto por sobre su origen, y la relación precio-calidad de los juguetes importados sigue siendo un diferencial", sostiene
Alejandro Caffaro, Gerente en Caffaro Hnos. S.R.L. | Vulcanita.
Sin embargo, esta apertura también expone asimetrías preocupantes: mientras los importadores formales deben cumplir con exigentes normativas de calidad (certificaciones IRAM, ensayos, trazabilidad) y pagar altos tributos (35%), los canales alternativos —como el courier puerta a puerta— permiten el ingreso de juguetes sin controles ni impuestos.
"No se trata de cerrar el mercado, sino de garantizar un juego limpio. La equidad competitiva es clave para sostener el empleo, la inversión y la calidad del producto", advierten desde
Vulcanita.
Un consumidor más informado y exigente
Tras años de inflación y pérdida de poder adquisitivo, la sensibilidad al precio es alta. No obstante, las familias no están dispuestas a resignar calidad ni seguridad, especialmente en artículos destinados a niños. La demanda valora marcas, licencias oficiales, contenidos virales y novedades globales.
El desafío está en lograr productos seguros y diversos a precios accesibles, compitiendo en un mercado que debe balancear apertura y regulación. Según la CAIJ, las ventas del Día de Reyes 2025 crecieron un 3,5% interanual y se espera una buena performance para el Día del Niño, gracias a un mejor acceso a productos importados y a condiciones macroeconómicas más estables.
¿Qué está en juego?
Más allá de los números, el debate sobre el mercado de juguetes toca aspectos culturales y sociales. El juguete no es solo un bien de consumo: es una herramienta de desarrollo, un vehículo para la creatividad y el vínculo emocional.
Por eso, desde el sector insisten en la necesidad de una apertura regulada, moderna y justa, que garantice calidad, seguridad y equidad tanto para empresas como para consumidores.