La inteligencia artificial ya no es solo una herramienta: es un nuevo modelo operativo que exige talento capacitado, visión estratégica y una profunda transformación cultural. Las empresas que logren alinear tecnología, personas y propósito marcarán el rumbo en la era digital.
Por Santiago Casey, Country Manager para Argentina de Endava
El avance vertiginoso de la IA está redefiniendo las reglas del juego para empresas de todos los sectores. Ya no se trata solo de adoptar herramientas o implementar soluciones puntuales. La verdadera transformación ocurre cuando la IA se integra de forma transversal en la estrategia, la operación y, sobre todo, en la cultura de las organizaciones. Es el paso de ser una empresa que "usa IA" a convertirse en una compañía nativa en inteligencia artificial.
Este cambio de paradigma no solo redefine procesos internos, sino que plantea nuevas exigencias en materia de talento, estructura y visión, impulsando un salto evolutivo profundo en la forma en que las organizaciones conciben su propuesta de valor. De acuerdo con McKinsey (2024), el 70% de las organizaciones ya incorpora esta tecnología en al menos una unidad de negocio, pero solo un 20% ha logrado escalar su aplicación de manera integral. El desafío radica en integrar tecnología y cultura para tener una ventaja competitiva real.
En este contexto, surgen iniciativas que buscan anticiparse a las demandas del entorno digital. Algunas organizaciones han comenzado a rediseñar sus capacidades internas, desarrollando aceleradores propios, automatizando procesos clave, integrando copilotos inteligentes, y formando alianzas con referentes del ecosistema global como OpenAI. En ese sentido, empresas como Endava, formalizan colaboraciones estratégicas con dicho partner, correlato de un vínculo que comenzó en 2024, con el objetivo de impulsar soluciones inteligentes que atraviesen sus operaciones y mejoren tanto la eficiencia como la experiencia de clientes y equipos.
Formar al talento, la clave
Más allá de lo tecnológico, el éxito de esta transformación está condicionado por el desarrollo del capital humano. Según el World Economic Forum (2024), el 63% de las empresas identifica la escasez de talento especializado como una barrera crítica. A esto se suma que apenas el 17% cuenta con programas estructurados de formación en estas tecnologías emergentes.
Frente a este escenario, surgen propuestas que vinculan formación y práctica desde etapas tempranas. Capacitar al talento es clave para acortar la brecha entre la velocidad con la que evoluciona la inteligencia artificial y la preparación del mercado laboral. En Córdoba, desarrollamos un Internship Programme, que brinda a los jóvenes una experiencia inmersiva en entornos donde la IA ya forma parte del trabajo cotidiano. Es una forma concreta de preparar a la próxima generación de profesionales para liderar la transformación que ya está en marcha.
Este tipo de acciones no solo benefician a quienes las promueven, sino que trasciende los límites de cada organización generando un impacto positivo en el ecosistema de innovación regional. En mercados como el latinoamericano, fortalecer el pool de talento digital resulta clave para potenciar la competitividad y acompañar el desarrollo sostenible.
Apostar por la integración de la IA en conjunto con el crecimiento profesional es una decisión que articula presente y futuro.
Liderar la próxima década de innovación. Convertirse en una empresa nativa en inteligencia artificial no es un destino, sino un camino de evolución constante. Aquellas compañías que logren integrar tecnología, cultura y talento en una misma dirección estarán mejor posicionadas no solo para adaptarse al cambio, sino para impulsarlo.