ADEPA organizó un panel de expertos para analizar los desafíos que plantea la desinformación en contextos democráticos, a partir del reciente caso de un deepfake electoral. La conversación abordó el impacto de las fake news potenciadas por IA, el rol de las plataformas digitales y la necesidad de educación y regulación.
La circulación del video falso en el que “Mauricio Macri” anunciaba la presunta declinación de la candidatura de Silvia Lospennato en las elecciones porteñas del 18 de mayo, a pocas horas de que abran las mesas de votación, fue el disparador de un debate virtual organizado por
ADEPA en el que se analizó el impacto que tiene la desinformación y las fake news en la democracia y la libertad de expresión.
El encuentro contó con la moderación de
Daniel Dessein, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de
ADEPA, y las intervenciones de
Carlos Laplacette, abogado especializado en derecho de la información y asesor legal de
ADEPA;
Pablo Secchi, director ejecutivo de
Poder Ciudadano; y
Catalina Botero, directora de la Cátedra UNESCO en Libertad de Expresión de la
Universidad de Los Andes, Colombia.
En la presentación inicial del tema,
Dessein abrió la conversación señalando la urgencia del tema: “
Vamos a abordar el impacto en la vida democrática de la desinformación y las fake news”, en un contexto marcado por la sofisticación de las tecnologías de manipulación informativa, especialmente en escenarios electorales. “Nos preguntamos qué impacto tiene el uso de la tecnología, la presencia de las deepfakes, en la vida institucional… y en qué medida pueden generar un profundo daño al tejido social”.
Uno de los ejes centrales del debate fue el uso cada vez más masivo de las herramientas de IA que permiten producir y editar contenidos falsos, particularmente en forma de
deepfakes, como fue el caso de Macri. Estos videos hiperrealistas —en los que figuras públicas aparentan decir o hacer cosas que nunca sucedieron— representan una amenaza creciente para la integridad del debate público, coincidieron los especialistas.
Carlos Laplacette, asesor legal de ADEPA.
“
El problema no son solo los deepfakes, sino la falta de herramientas de las audiencias para identificarlos, y aún más, los incentivos para replicarlos sabiendo que son falsos”, advirtió Laplacette. Añadió que “los algoritmos privilegian la información que captura atención, generando burbujas de sentido que fragmentan el diálogo democrático y refuerzan las creencias previas”. “Esto reduce la capacidad de cuestionar las propias opiniones, llevando a la formación de pequeños grupos, pequeñas tribus".
Secchi, por su parte, calificó el
deepfake de Macri en las elecciones porteñas como “
una maniobra deliberada, técnicamente sofisticada, con la capacidad real de confundir al electorado y alterar decisiones públicas”. Subrayó que no se trató de una broma, sino de una estrategia que “
erosiona la confianza en las instituciones y en los medios tradicionales”.
El debate también abordó el papel que cumplen las plataformas digitales como amplificadoras de contenidos desinformantes. Si bien las redes sociales democratizaron el acceso a la información, también se convirtieron en canales para campañas de manipulación a gran escala, señalaron los panelistas.
Botero planteó que “las plataformas deben asumir la responsabilidad de identificar cuentas automatizadas, etiquetarlas y auditar los mecanismos de amplificación algorítmica”. Advirtió que los algoritmos suelen favorecer contenidos sensacionalistas, distorsionados o directamente falsos, ya que estos maximizan el tiempo de permanencia de los usuarios, por su modelo de negocio.
Catalina Botero, ex relatora de Libertad de Expresión de la OEA.
La abogada colombiana, ex Relatora de Libertad de Expresión de la OEA entre 2008 y 2014, describió cómo las campañas de desinformación utilizan los algoritmos de las propias plataformas, "
privilegian la información que mantiene al usuario o a la usuaria en la plataforma, que usualmente es información falsa, engañosa, exagerada, amarillista".
Botero fue muy explícita en que “
las plataformas deben tener la obligación de verificar permanentemente que cuentas no son cuentas humanas, qué cuentas son de bots y también etiquetarlo".
Educación, alfabetización digital, regulación
Un punto de acuerdo entre los expositores fue el rol insustituible del periodismo profesional en la lucha contra la desinformación. Desde
ADEPA,
Dessein destacó la necesidad de fortalecer las prácticas éticas, la verificación de datos y la recuperación del valor de la confianza pública en los medios.
Asimismo, se puso el foco en la alfabetización mediática, especialmente en los jóvenes, como herramienta fundamental para formar audiencias críticas. “
La ciudadanía tiende a buscar explicaciones simples para fenómenos complejos, lo que la vuelve vulnerable a los mensajes engañosos”, explicó
Secchi. En la misma línea,
Botero propuso generar contenidos audiovisuales que expliquen el impacto de la desinformación y promuevan el consumo de fuentes confiables.
Otro eje clave del debate fue la necesidad de establecer marcos regulatorios que permitan enfrentar la desinformación sin comprometer la libertad de expresión. Se presentaron ejemplos internacionales y se discutió la delgada línea que separa la regulación responsable de posibles formas de censura.
“
El desafío es enorme: se trata de proteger la conversación democrática sin caer en modelos autoritarios de control del discurso”, expresó
Laplacette. Por su parte,
Secchi señaló que “cuando las personas dejan de creer en todo, incluso lo verdadero pierde valor”, en alusión a los riesgos de una cultura pública erosionada por la desinformación.
Un llamado a la acción
La charla concluyó con un llamado a la acción conjunta. Combatir la desinformación no es solo una tarea de los medios o de los gobiernos. Requiere de la participación activa de plataformas tecnológicas, legisladores, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanía informada. “
En un mundo donde lo falso puede parecer más real que la verdad, el periodismo, la educación y la ética digital se vuelven esenciales para la salud de nuestras democracias”, aseveró
Botero.
Pablo Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano.
La especialista colombiana también propuso que se regule la publicidad política en las plataformas. “
Creo que no deberían existir micro segmentaciones tan detalladas con el uso no transparente de los datos, que es lo que está pasando hoy", puntualizó.
“
La desinformación en la era de la inteligencia artificial no es únicamente un problema tecnológico, sino un desafío estructural y transversal”, sintetizó Dessein, quien cerró con una frase que resume el espíritu del encuentro: “La verdad no siempre es viral, pero sigue siendo el cimiento de cualquier democracia”.