A 90 años del fallecimiento de Carlos Gardel, Alfredo Lepera y los músicos que los acompañaban, Televisión Pública presenta una emisión especial de “Se Siente Argentina”, con invitados y la transmisión en vivo de la gala homenaje que se realizará en el Aeropuerto Olaya Herrera de Medellín. Este martes a las, 20.30 horas.
Televisión Pública presenta una emisión especial de Se Siente Argentina, con la conducción de
Coki Ramírez, la participación de
Walter Santoro, quien preside la
Fundación Carlos Gardel, el cantor Raúl Lavié y el conductor Marcelo Iribarne.
Durante el programa, se verá en vivo la gala “
Gardel 90 Años de un Cantar Eterno”, desde el hall del Aeropuerto Olaya Herrera, de Medellín.
Además del aniversario del trágico accidente, el martes próximo se conmemora el 90 aniversario de la creación y estreno de las películas “El día que me quieras” –la favorita de Gardel– y “Tango Bar”, y por añadidura de algunas de las canciones más icónicas del dúo Gardel-Lepera, que formaron parte de los mencionados filmes.
Durante el programa se exaltará el legado artístico del autor e intérprete, poniendo énfasis en qué representa en el presente Carlos Gardel, a 90 años de su partida física.
La presencia de Gardel en la cultura argentina y del mundo
Carlos Gardel no es sólo un recuerdo: es una presencia constante en la música, en la cultura y en el corazón tanguero de mundo. Encarna mucho más que una voz única. Su figura es el símbolo de un fenómeno social, artístico y emocional que excede lo musical. Su historia se vuelve universal porque resume los sueños de millones de inmigrantes que, a comienzos del siglo XX, llegaron a la Argentina en busca de una nueva vida. Y aunque fueron pocos los que alcanzaron el éxito, muchos vieron en su reflejo ese anhelo cumplido. Él fue “uno de los nuestros” que logró llegar, trascender.
Su consagración también fue posible gracias a un contexto histórico particular: el avance imparable de las nuevas tecnologías. En apenas tres décadas, el mundo conoció la fotografía, la fonografía, la radio y el cine. Gardel, con una inteligencia práctica y una sensibilidad excepcional, supo ver en cada uno de estos inventos no una amenaza, sino una oportunidad. Cuando muchos artistas veían competencia, Gardel veía futuro. Cuando otros se aferraban al escenario, él soñaba con la pantalla.
Y su amor por el arte no era fingido: fue un profundo admirador de la ópera y de las artes escénicas, un melómano apasionado, un perfeccionista. No sorprende entonces que haya querido ir más allá del canto criollo, desarrollando una carrera cinematográfica en el exterior y una estética propia, refinada pero popular, universal pero profundamente rioplatense.
Una fundación para preservar un legado extraordinario
Hoy, 90 años después de su partida —tan trágica como oportuna desde el punto de vista simbólico—, se terminó de eternizar su figura porque nació el mito. Por eso también la existencia de la Fundación Internacional Carlos Gardel, creada por sus herederos legales. Desde allí se trabaja incansablemente para preservar, resguardar y difundir la verdadera historia de este hombre extraordinario.
Una figura que no solo canta “cada día mejor”, sino que vivió con una pasión que aún hoy nos interpela y seguramente nos gustaría igualar.
Y quizás por eso, a 90 años de su deceso, nadie ha podido superar la expresión “¡sos Gardel!”. Porque ser Gardel es —y seguirá siendo— un elogio máximo, una vara inigualable, un símbolo de excelencia, autenticidad y permanencia, título que seguimos otorgando a personas que descollan en distintas disciplinas, como a las máximas figuras de fútbol de esta época.