La plataforma de aprendizaje de idiomas lanza la campaña El Mejor Dúo, centrada en historias reales que demuestran el poder de la conexión humana en el aprendizaje de idiomas. La campaña muestra cómo, mientras Duolingo apuesta por la IA, Preply apuesta por su red mundial de profesores expertos e invierte en personas.
En un contexto dominado por aplicaciones que apuestan por la inteligencia artificial, Preply, la plataforma de aprendizaje de idiomas, está tomando un camino diferente. Su nueva campaña, El Mejor Dúo, se centra en lo que ellos creen que es la esencia del aprendizaje de idiomas: la conexión humana.
La campaña, que ya se difunde a través de sus redes y canales digitales, destaca historias reales de estudiantes y profesores que han construido relaciones basadas en la empatía, el humor, el intercambio cultural y la confianza. El mensaje central es claro: la tecnología puede ser útil, pero el verdadero aprendizaje ocurre entre personas.
Ya sea aprender español para hablar con la pareja, preparar una entrevista de trabajo en alemán o poder conversar con una abuela por primera vez en su lengua materna, El Mejor Dúo pone de relieve el impacto emocional y educativo que sólo la enseñanza personalizada y humana puede lograr. Algo que, aseguran, va más allá de cualquier chatbot.
¿Por qué Preply no sustituye a las personas por la IA?
En un momento en el que el giro hacia la inteligencia artificial de Duolingo ha generado debate en el sector, Preply se desmarca y apuesta por un enfoque más equilibrado. No se trata de elegir entre humanos o tecnología, sino de integrarlos con sentido. “Aprender un idioma no es solo memorizar vocabulario o mantener una racha de ejercicios. Es entender una cultura, ganar confianza y construir relaciones.
Un profesor humano ofrece empatía, confianza y personalización, cualidades que ningún algoritmo puede replicar”, explica Sofia Tavares, directora de marca de Preply. “El lenguaje es, por definición, humano, ¿por qué prescindir entonces de las personas? La tecnología debe ser un apoyo, no un sustituto. Nuestra prioridad es ampliar el acceso a profesores cualificados y ofrecer una enseñanza personalizada, auténtica y accesible en todo el mundo”, añade.
En el corazón de la campaña El Mejor Dúo se encuentran historias inspiradoras de parejas profesor–alumno que abarcan países, culturas y miles de horas de aprendizaje, todas ellas basadas en la confianza, la empatía y una auténtica conexión emocional. Las siguientes son algunas de las más destacadas:
Daniel y Jose Luis: aprender español para salvar vidas
Daniel, profesional de salud mental en EE.UU., comenzó a estudiar español para comunicarse mejor con sus pacientes. Gracias al acompañamiento de su profesor Jose Luis y más de 1.400 clases, hoy está certificado para realizar evaluaciones psiquiátricas y brindar apoyo psicológico en español, cerrando así una brecha crucial en la atención médica.
Gustavo y Mónica: una amistad que rompió barreras lingüísticas
Desde Costa Rica, Gustavo, psicólogo, no solo mejoró su inglés. Tras ocho años de clases con Mónica, su profesora, logró un ascenso laboral y forjó una amistad duradera, marcada por el intercambio cultural y el crecimiento personal.
Chris y Luis: el idioma del amor y la familia
Para Chris, de Nuevo Hampshire, aprender español no fue solo una cuestión académica: fue un acto de amor. Con la ayuda de su profesor Luis, logró conectar más profundamente con la cultura de su mujer y criar una familia bilingüe. En sus palabras “la gente aprende idiomas para hablar con otras personas, no con robots”.
Aunque algunas de estas duplas llevan años aprendiendo juntas, la clave no es la cantidad de clases, sino la relación que se establece entre ellas. Los procesos de aprendizaje lingüísticos se producen a ritmos diferentes según las personas, e incluso las relaciones de corta duración con un profesor pueden dar lugar a grandes avances. Estas historias son prueba de que aprender un idioma es mucho más que adquirir vocabulario: se trata de romper barreras, crear lazos y conectar con lo más humano de nosotros.