La tecnología ha transformado nuestros consumos culturales y de entretenimiento, permitiendo “skipear” contenidos no atractivos y saltear publicidades con un solo clic. La transición del papel al digital tomó tiempo, pero ahora existen múltiples formatos y universos de consumo digital.
Por Valeria Oyuela, Managing Director de Duh! creators
La posibilidad de skipear en menos de un segundo contenidos que no resultan atractivos o saltear publicidades que nos persiguen mediante algoritmos son recursos que tenemos a un solo click. ¿Cómo llegamos a esto? Porque gracias a la tecnología cada vez más a disposición, los consumos culturales, de noticias y de entretenimiento fueron cambiando. En un momento, la transformación del papel al digital llevó su tiempo de adaptación para las marcas y ahora dentro de lo digital se abren varios universos de consumo y hasta nuevos formatos de contenidos.
El claro ejemplo de esto son las redes sociales con algoritmos cada vez más adictivos, que van incluyendo audiencias de todas las edades, como así también las plataformas de streaming, gaming, música y podcast on demand.
No solo cambian los dispositivos o aplicaciones con las que nos entretenemos e informamos sino también la velocidad con la que descartamos o consumimos, donde los niveles de atención se acortan por la misma dinámica del medio, scroll infinito sumado a la doble pantalla y el multitasking furioso. Digamos que hay una disputa por el tiempo libre y la atención de audiencias hiperactivas y muchísima oferta.
Hoy, las marcas saben que no van a encontrar a su público en un solo lugar, que está atomizado y cada situación de consumo puede ser aprovechada para impactar de manera distinta en cada lugar. Lo que importa es si se justifica que la marca esté en todos los lugares ya que cada una requiere nuevas maneras de conversar con las audiencias para atraerla y lograr los objetivos, adaptarse a los diferentes lenguajes muchos más cercanos y frescos en contraposición a la publicidad tradicional, contagiarse con el entorno y aprovechar las tendencias.
En cuanto a los rangos etarios, a la generación Z la encontramos en los streamings en plataformas de Twitch o YouTube o mirando contenido de gaming o freestylers. Las redes sociales como Instagram ya fueron incorporando rangos etarios mayores y es la red más comercial para todas las audiencias donde se hace uso no solo de pauta, sino de la influencia de creadores de contenido creativos o embajadores para las marcas. Tik Tok también tiene su fuerte en el público de 13 a 25 años que además la usan como motor de búsqueda y validación de marcas, aunque ya trepa a audiencias mayores de 30 y de 40 años.
Nadie puede negarse al poder de los Reels o de Tik Tok. El tipo de consumo cambia y por eso generaciones anteriores no pueden negarse a este tsunami. El impacto del video corto incluye ahora a nuevas generaciones donde ya encontramos géneros y subgéneros de video dentro de la misma plataforma. Además de videos personales encontramos miles de Challenge, Recetas, GRWM (Get Ready With Me), StoryTelling, ASMR, uso de filtros o uso de audios o temas musicales con humor ya son categorías básicas.
La estrategia del branded content ha sido la más relevante, meterse en los contenidos de manera orgánica requiere reforzar la idea de generar contenidos de calidad, atractivos e interesantes para la audiencia, más allá de la marca. Trabajar con buenos creadores de contenido, con personas especialistas en storytelling y guiones adaptados para impactar en los primeros segundos.
El gran desafío de las marcas es evaluar los nuevos escenarios y lenguajes interpretando las tendencias y proponer no solo un mensaje sino un diálogo con las audiencias, quienes valoran mucho cómo las marcas los interpelan. Hoy, tienen que tener un propósito, lograr inclusión social, defender ciertas banderas sustentables, seguir tendencias y generar contenido de valor.
Las audiencias hace rato que no son simples espectadores, sino activos y reactivos a los contenidos hasta generadores de su propio contenido e influenciadores. Tienen muchas más herramientas para evadir la publicidad o juzgarla y esto las marcas lo han aprendido. Pueden ponderar o viralizarte likeando o compartiendo tus contenidos o cancelarte con una horda de haters en cuestión de segundos. El desafío de las marcas es o generar una tendencia o actuar rápido para aprovechar tendencias y reaccionar con aún más celeridad frente a situaciones tanto positivas como negativas que pueden generarse en estas plataformas, con la misma velocidad que se skipea un contenido o que se endiosa o cancela a una persona o situación.