Apple, Amazon, Disney+, HBO Max y Netflix invertirán en conjunto más de 23.000 millones de dólares en enriquecer sus catálogos con nuevos contenidos originales en 2023, según estimaciones de la compañía de medición audiovisual Ampere Analysis.
Esa cifra supone que en cuatro años los principales actores del sector habrán más que duplicado esa inversión, pero respecto a 2022 significará solo una mejora del 10%. Ese nivel apenas alcanza a cubrir el crecimiento de los costes de producción, tanto por la demanda de esas plataformas como por la situación económica actual de inflación desbocada en gran parte del mundo.
Esa realidad marca el devenir del sector en la medida en que lo esencial es ahora obtener el máximo partido de cada suscriptor y no aumentar a toda costa la base de clientes, que en todo caso se va a incrementar de una forma más lenta en los próximos años. Esa es la conclusión de analistas de
Morgan Stanley, que creen que esos servicios pasarán de los 160 millones de nuevos suscriptores conseguidos en 2020 a alrededor de 60 millones en 2025.
El detalle de esas y otras predicciones similares es problemático, ya que muestra señales de saturación en los mercados más rentables de esos servicios y ofrece recorrido en países en los que el ingreso medio por usuario es mucho más bajo.
Netflix y
Disney apenas han podido aumentar su base de clientes en EEUU en los últimos meses, y ese es un factor clave que contextualiza la reducción de un tercio en el negocio del sector que pronostica el informe
Global Entertainment & Media Outlook 2022-2026 de PwC. Todo ello a pesar de que en julio por primera vez el streaming superó al cable en tiempo de consumo en ese país.
Reino Unido es otro mercado importante para analizar esa tendencia, ya que
Kantar ha apuntado recientemente que miles de hogares británicos están dándose de baja de servicios de streaming para reducir gastos ante el deterioro de la situación económica. Y ese factor se une a la tradicional fatiga de decisión por acumulación de contenido, que en España lleva a la frustración a casi tres de cada cinco encuestados en un reciente estudio de
Accenture y coloca a los usuarios más cerca de cancelar su suscripción.
En ese contexto la producción original es una palanca clave para conseguir atraer y retener clientes, sobre todo de cara a equilibrar cuentas que son deficitarias en prácticamente todos los casos y que se están intentando mejorar con subidas de precios que ponen a prueba la fidelidad de los usuarios con la inflación disparada.
Disney y
Warner Bros. Discovery aspiran a que sus servicios dejen de ofrecer pérdidas en 2024, y
Netflix tiene como objetivo que su nueva versión con anuncios ayude a dar la vuelta a una racha de dos trimestres perdiendo clientes.
La estrategia de Apple es mucho más selectiva en relación con el contenido que produce o licencia, mientras que el futuro de
Amazon Prime Video viene condicionado en parte por la acogida de Los anillos de poder, una serie basada en el universo de El Señor de los Anillos que se estrena próximamente con la vitola de ser la más cara de la historia de la televisión.
El éxito de Media For Europe (MFE) en la oferta pública de adquisición lanzada sobre Mediaset España ha sido seleccionada como la transacción más destacada de julio, por la plataforma tecnológico-financiera Transactional Track Record (TTR). Una operación, que permitió que el grupo controlado por la familia Berlusconi, pasara de poseer el 55,69% al 82,92% del capital.
Este incremento responde al propósito de MFE de crear un grupo de comunicación paneuropeo, capaz de competir con la industria norteamericana, formado por empresas de televisión nacionales que produzcan contenidos locales y plataformas tecnológicas y comerciales paneuropeas.
La consultora
Thinkle se encargó de la asesoría de comunicación en la operación. Los despachos de abogados Garrigues y Pérez-Llorca, trabajaron como asesores legales y Clifford Chance, en asesoría financiera.
El grupo italiano logró cerrar con éxito la opa lanzada por el 44,31% que no controlaba, tras la aceptación de la mayoría del accionariado al que se dirigía la oferta y un 27,23% del capital social de
Mediaset España.
La agencia de noticias
Servimedia informa que al cierre de esta operación, MFE «se sentía contento con el exitoso resultado de la oferta en el negocio español, ya que consideraba que el mercado ha premiado el proyecto industrial europeo puesto en marcha por MFE, otorgando a la empresa más de las tres cuartas partes de los derechos de voto de Mediaset España.
MFE, informa la agencia de noticias, evaluará llevar a cabo una posible fusión de
Mediaset España por parte de MFE en la que los accionistas de Mediaset España recibirían Acciones A de MFE admitidas a negociación de
Euronext Milan y que, en caso de ser aprobada por las respectivas juntas generales de accionistas, supondría la extinción de Mediaset España y su exclusión del mercado bursátil español.
De darse este caso, MFE solicitará la admisión a negociación en las Bolsas de Valores españolas de la totalidad de las Acciones A de MFE en circulación.
Fuente:
dircomfidencial