La Lic. Tatiana Depetris, cofundadora de Estudio French y especialista en nuevas tecnologías, compartió con Caminos Culturales su análisis sobre el acelerado desarrollo digital de los últimos dos años a raíz de la necesidad de volcarse a la virtualidad durante la pandemia.
Para Depetris, el acceso a los recursos digitales es un punto clave para pensar el mundo de hoy y por eso hace un repaso de los inconvenientes que hay en el país para garantizar una conectividad eficiente.
Según la especialista, un informe del
Foro Económico Mundial del 2020 indicó que la falta de conectividad dificultó el acceso de una parte de la población a distintas acciones destinadas a mitigar el impacto de la cuarentena. Entre los principales impedimentos para alcanzar una conectividad eficiente, Depetris mencionó la escasa oferta, la falta de infraestructura y la calidad de la conexión, así como también los precios de los servicios en relación a los ingresos.
Depetris explicó que “si bien el país tiene una amplia cobertura, en zonas rurales la conectividad es menor que en localidades urbanas, al igual que la calidad de la conexión”.
El hecho de que una importante empresa de telecomunicaciones calculara que la velocidad mínima para trabajar, estudiar y jugar sin complicaciones durante la cuarentena —y durante los meses que siguieron— debía ser de 50 Mbps aumentó, según la licenciada, la exclusión social, “porque puso en desventaja a las personas de los hogares más marginales que, en el caso de poder acceder, tuvieron que decidir qué actividades priorizar”. Para Depetris, las redes móviles han cubierto la demanda en sectores de bajos ingresos al tener costos más accesibles, pero los paquetes de acceso básico cuentan tan solo con 1.5 Gb mensuales, por lo que su utilidad para trabajar o estudiar es muy limitada.
La falta de acceso a internet en un mundo que ha dado un enorme salto hacia la digitalización debido a la pandemia tiene consecuencias visibles a mediano y largo plazo, entre ellas, impedir la formación de capital humano y la digitalización de diversos sectores de la economía. Depetris explicó que, de esa forma, la desigualdad económica y social de nuestro país seguirá aumentando.
“En 2018, la Comisión de Banda Ancha para el Desarrollo Sostenible estableció como meta para 2025 asegurar que los servicios básicos de banda ancha fueran asequibles para todos los países en desarrollo, con costos que representaran menos del 2% del PIB per capita. Actualmente, solo Brasil y Costa Rica alcanzaron este objetivo”, detalló la especialista.
Otro de los problemas mencionados por Depetris es la falta de habilidades digitales, es decir, la falta de preparación para manejar estas nuevas herramientas, algo que debe ser tenido en cuenta a corto plazo para ofrecer a la población, en lo posible, cursos y talleres. Es fundamental que los distintos sectores sociales y etarios puedan tener acceso a una buena conectividad y conocimientos para poder utilizar las herramientas digitales en un mundo que ha necesitado aplicar en la vida cotidiana las nuevas tecnologías antes de lo que se estimaba.