Tres jóvenes emprendedores de Bahía Blanca desarrollaron el proyecto y, tras recibir apoyo inversor, lanzaron la herramienta a nivel nacional y piensan desembarcar en México y Brasil en 2021.
Todo empezó como suelen empezar las mejores historias de startups. Una mezcla de azar, visión y ese espíritu del emprendedor que piensa qué problema quiere solucionar y luego se fija cómo hará para ganar dinero con la idea. Julio Quel, ingeniero industrial, con familia de constructores, acometió el proyecto de edificar su casa y, metódico como buen ingeniero, fue cargando en un excel todos los datos del proceso, gastos, cálculo de materiales, cantidades, proveedores, precios. Cuando terminó le quedó una información valiosa, una bitácora de todo lo hecho. Se la quiso compartir a su hermano, embarcado también en levantar su casa y se dio cuenta, entonces, que no tenía un formato comunicable.
"Sólo lo podía entender yo", recuerda ahora, mientras narra cómo le contó su problema, en una mesa de café, a su amigo Francisco Braña.
Corría el año 2015 y ese excel mutó a una página web, donde cargaron los primeros datos. Con esa base, fueron a ver a otro amigo, el físico Leonardo Dimieri, con experiencia en apps, diseño gráfico y web, quien sentenció:
"Con esto hay que hacer una aplicación".
Así nació
Capp, -construction application o aplicación para construcción-, la primera comunidad colaborativa de la construcción con la que se puede establecer cuántos materiales se necesitan para una obra, a qué precio y dónde encontrarlos.
Con
Capp se puede además, comprar, vender y gestionar todo lo necesario para edificar sin salir de casa, desde un celular o una pc.
Con algunos dólares propios y apoyo de la Secretaría de Innovación del
Municipio de Bahía Blanca, la ciudad de donde son oriundos los emprendedores y tiene su base de operaciones, la compañía,
Capp fue atravesando etapas y el proyecto se fue consolidando, con más herramientas y funcionalidades.
En el último período,
Capp experimentó un crecimiento exponencial: ya cuenta con 83.000 usuarios registrados, divididos en tres grandes grupos: profesionales y constructores; usuarios finales y corralones o comercios. Ese número llegaba a 30.000 en noviembre del año pasado.
"Apenas creamos la aplicación la subimos gratis a playstore para compartirla con amigos y conocidos y explotó. Empezaron a bajarla de a cientos, obviamente gente que no conocíamos y tuvimos un feedback increíble, con comentarios elogiosos, con sugerencias",
rememora Braña, quien tiene el rol de CEO, junto a los otros dos co-founders, en los puestos de CTO, en el caso de Dimieri y COO, el papel de Quel.
La aplicación permite calcular en forma sencilla y funcional las cantidades de material estrictamente necesarias para construir una casa o edificio y los costos que la compra de esos insumos supone en función de los precios promedio de los corralones disponibles en la app.
La herramienta, de uso muy sencillo, sólo demanda del usuario una operación fácil y amigable, de carga en, por ejemplo, metros cuadrados de lo que se quiere construir (un muro, por ejemplo; una losa, una habitación completa, una casa) y el tipo de material que piensa utilizarse. La respuesta será una estimación de cantidad de material y su precio, en tiempo real.
Con oficinas en Bahía Blanca, tras la pandemia proyectan montar una en Buenos Aires y, para 2021, desembarcar en México y Brasil.