La TV pública francesa suprimió la publicidad en las horas de mayor audiencia desde el lunes pasado. Es por una reforma impuesta por el presidente Nicolas Sarkozy que ha generado airadas reacciones de periodistas y de la oposición.
La televisión pública francesa suprimió la publicidad en las horas de mayor audiencia a partir de este lunes por la noche, debido a una reforma impuesta por el presidente Nicolas Sarkozy que ha generado airadas reacciones de periodistas y de la oposición.
Los programas y en particular los informativos de una de las cadenas públicas, France 3, estaban perturbados por un llamado a la huelga de varios sindicatos.
La otra cadena pública, France 2, estará en huelga el miércoles, cuando el Senado comience el debate sobre el proyecto de ley.
Cuarenta años después de haber sido introducida en lo que era en la época el estatal
Organismo de Radio y Televisión Francesa (ORTF), la publicidad desaparecerá entre las 20H00 y las 06H00 de las cadenas de televisión pública, antes de ser suprimida completamente en 2011.
La decisión de llevar a cabo esta reforma fue anunciada hace un año por el presidente Nicolas Sarkozy, que la justificó aludiendo a la necesidad de calidad de los programas de un servicio público que "no puede funcionar de acuerdo a criterios puramente comerciales".
El proyecto de ley prevé aumentar la publicidad de las cadenas privadas y concentrar las diversas cadenas públicas de la sociedad France Televisión en una sociedad única, cuyo director, en lo sucesivo, será nombrado por el gobierno en lugar de un organismo de regulación del sector.
Para compensar la pérdida de ingresos por concepto de publicidad, el Estado se comprometió a entregar 450 millones de euros anuales (unos 600 millones de dólares) a la televisión pública.
La iniciativa de Sarkozy encontró la tenaz resistencia de periodistas y de los partidos de la oposición, que ven en ella la voluntad del gobierno de controlar la televisión.
Los opositores al proyecto consideran también que la supresión de la publicidad de las cadenas públicas favorecerá a las privadas, entre ellas la principal a nivel nacional, TF1, del grupo Bouygues, considerado como un allegado al presidente Sarkozy.
Asimismo se interrogan sobre la duración del monto compensatorio ofrecido por el Estado, alimentado por un impuesto aplicado a los nuevos ingresos publicitarios que percibirán las cadenas privadas.
La ministra de Cultura y Comunicación, Christine Albanel, se declaró el domingo dispuesta a "discutir" las modalidades para financiar France Televisión, y en particular el alineamiento del impuesto general sobre la televisión con el alza del costo de la vida.
El proyecto, adoptado en diciembre por la cámara de diputados tras una enconada discusión, será examinado por el Senado a partir del 7 de enero.
Para evitar que los debates provoquen un eventual retardo en su aplicación, el gobierno le pidió a la dirección de France Televisión que empiece a aplicar la medida por iniciativa propia.
El portavoz del Partido Socialista, Benoit Hamon, estimó que la supresión de la publicidad en France Televisión era "el maquillage de un desmantelamiento del servicio público audiovisual".