Es el nuevo producto de Mediapro. En su salida agotó la tirada. Tiene orientación de izquierda y cuesta sólo 50 centavos de euro. Busca llegar al lector progresista de “El País” y a jóvenes que leen diarios gratuitos.
Público, un nuevo diario español de izquierda, a medio camino entre la prensa gratuita y los diarios de interés general de referencia, llegó la semana pasada por primera vez a los quioscos españoles con una exclusiva sobre ETA y un DVD gratuito, por 50 céntimos de euro. Ya en su arranque agotó la edición.
Público sale de la mano del grupo de medios de comunicación Mediapro, propietario de la cadena de televisión La Sexta, que libra una lucha sin cuartel por la retransmisión de los partidos del campeonato de fútbol con su rival, Sogecable, pertenenciente al grupo Prisa (diario El País) y operador de Canal Plus España.
Con una tirada inicial de 250.000 ejemplares y la mitad del precio de venta de los otros diarios, podría hacerle la competencia al primer diario de interés general de España, El País, hasta ahora el único gran diario de izquierdas, que cuenta con más de dos millones de lectores.
Público se dirige a un electorado joven y urbano, acostumbrado a la lectura de los diarios por la prensa gratuita.
El primer número dedica su primer página a "El hombre que hundió la tregua", publicando con fondo negro una foto de Javier López Peña, alias Thierry, de 49 años, que se ha podido convertir en "el verdadero número uno de ETA" sustituyendo a su jefe político, Josu Ternera.
Su diseño corre a cargo del estudio Cases y Associats, que ya hecho proyectos como el rediseño de Clarín y el italiano Corriere della Sera.
Precisamente al igual que Clarín, la cabecera de Público está escrita en color rojo, con letras minúsculas y en el lado izquierdo de la portada, y en el derecho luce un esbozo de un grupo de personas caminando.
En un panorama europeo de prensa escrita más bien gris, donde domina la bajada de las ventas y de los ingresos publicitarios, la salida de Público ilustra la buena salud de la prensa española, en que la explosión de los diarios gratuitos y en internet casi no han afectado a los diarios tradicionales.
La apuesta ya la intentó sin éxito el editor alemán Axel Springer, que quiso lanzar en Francia un tabloide imitando el Bild y también a 50 céntimos.
Springer renunció en julio al proyecto alegando las dificultades de los sistemas de impresión y distribución en Francia, muy diferentes de España.
El objetivo de Público es captar a los lectores de diarios gratuitos -cuatro de los cuales se encuentran entre los más leídos del país-, es decir, jóvenes, clases medias e inmigrantes.
Su formato es claro, con títulos y lenguaje directo y nada formal, y gran presencia de fotos.
Su creación coincide con un momento de precampaña en España para preparar las elecciones legislativas de marzo, aunque sus directivos dicen no querer extenderse en política y sí en otras rúbricas como ciencias y asuntos sociales.
El diario no tendrá editorial, pero sí columnas de opinión firmadas. Dice renunciar a la "neutralidad" y querer "contribuir a una sociedad más equitativa, abierta, igualitaria, solidaria y libre".
"Los primeros datos indican que el diario se agota en todos los kioskos", comentó el director general de Público, Juan Pedro Valentín, horas después de su publicación.
El director adjunto de El País, Lluis Bassets, declaró que su diario celebra "como todos los periodistas la aparición de un nuevo jugador en el terreno". "No creo" que el recién nacido quite lectores a El País, dijo; "hay sitio para todo el mundo. La competencia siempre es estimulante". Sien embargo, los analistas españoles no dicen los mismo y aseguran que desde Prisa siguen muy de cerca el avance de "Público".