Sin dudas los Juegos Olímpicos dejaron en claro que la maquinaria marketinera de los ídolos deportivos no tiene límites. Dos de los casos más notorios son los de Michael Phelps y Usain Bolt. Lograron que las grandes marcas se desvivan por ellos.
Sin dudas los Juegos Olímpicos dejaron en claro que la maquinaria marketinera de los ídolos deportivos no tiene límites. Dos de los casos más notorios son los de Michael Phelps y Usain Bolt. Estos atletas lograron que las marcas más importantes del mundo se desvivan por ellos que se destacan en deportes que no son tan populares. Otro milagro de los Juegos.
Phelps Inc. se ha hecho global
Una enorme máquina de marketing detrás de Michael Phelps se puso en marcha el lunes,
con estrategias para convertirlo en una marca internacional y aún más rico.
Un día después de que Phelps ganara su octava medalla de oro en los Juegos de Pekín y se convirtiera en el nadador más exitoso de toda la historia de los Juegos, una corporación de ejecutivos surgió para capitalizar su renovada fama.
Pero Phelps, de 23 años, permanece imperturbable ante el calificativo de la herramienta de marketing más taquillera de cualquier Juego Olímpico y a su nuevo estatus.
"No es por dinero. Hago lo que hago porque me gusta y por eso estoy acá", dijo Phelps a durante una entrevista organizada por uno de sus auspiciantes, la compañía Visa.
Visa, que lo auspicia desde el 2002, dijo que el éxito del nadador en Pekín incrementó su visibilidad y le permitió realizar una campaña a nivel mundial con su imagen.
"Phelps deja Pekín como un ícono del deporte mundial. Ahora está a la par de personalidades como Michael Jordan, Tiger Woods y Roger Federer y se ganó cada espacio para alcanzar ese nivel de éxito", aseguró Michael Lynch, jefe de patrocinio mundial de Visa. .
Phelps se convirtió en un producto de marketing cuando ganó seis medallas de oro en los Juegos de Atenas 2004. Pero su éxito en los actuales Juegos lo ubicó en una liga diferente, con un récord de 14 medallas de oro, y lo convirtió en el nadador más rico de la historia.
"Esto cambia absolutamente el juego. Cambia el valor y la amplitud del programa en que está involucrado", dijo Peter Carlisle, de la agencia Octagon que tiene a Phelps de cliente, a Reuters.
Antes de Pekín, se estimaba que los acuerdos con auspiciantes le reportaban cerca de cinco millones de dólares al año, pero Carlisle no confirmó esto.
A medida que Phelps ganaba oro tras oro en Pekín, su encanto aumentó y la audiencia televisiva de Estados Unidos marcó números récord.
Carlisle dijo que antes los Olímpicos luchaban por permanecer en el recuerdo del público entre dos Juegos, pero que él estaba seguro de que Phelps mantendrá su fama debido a la estrategia de mercadeo implementada en múltiples niveles, que no está sólo focalizada en las competencias de natación.
• Bolt, un verdadero "Puma" de la velocidad
Los Juegos Olímpicos de Pekín son a diario el terreno de enfrentamiento de dos gigantes de la vestimenta deportiva, Nike y Adidas, pero un tercero en discordia, el alemán Puma, relumbra gracias a las zancadas del hombre más rápido del planeta, el jamaiquino Usain Bolt.
La semana pasada, el nuevo rey del sprint aplastó a sus competidores en los 200 metros y se anotó un nuevo récord mundial.
Y como el sábado pasado tras su récord en los 100 metros, Bolt festejó alzando sus zapatillas deportivas Puma Theseus II, con suela, cuero y cordones completamente dorados, ya a la venta también en las tiendas en otros colores, obsequió una publicidad de valor incalculable a la marca del felino.
Puma viste a toda la federación jamaiquina de atletismo, y aprovechó la buena racha para sacar al mercado un bolso especial "medalla de oro", mientras que el rostro de Bolt será utilizado en una campaña para el mercado chino.
Tras la gigantesca publicidad gratuita que obtuvo el ex gimnasta chino Li Ning, fundador de su propia marca de vestimenta deportiva, al encender la llama olímpica en la ceremonia de apertura de los JO, este es un segundo revés para los otros dos grandes del sector.
"Este es realmente un resultado exitoso" para Puma, dijo Stephan Schroeder, de la empresa alemana de marketing deportivo Sport + Markt.
"Seguramente no pagaron mucho para ser los patrocinadores de Jamaica", y los ecos son enormes, "no necesariamente en términos de facturación, pero ciertamente en términos de imagen", opinó.
Bolt "dejó simplemente estallar su alegría", indicó el portavoz de Puma, Ulf Santjer. Antes de los Juegos Olímpicos, Puma estaba más bien en retirada en relación a los dos grandes del sector, el estadounidense Nike y el alemán Adidas, su hermano enemigo.
Adidas, patrocinador oficial del evento, es omnipresente en Pekín. Equipa a unos 3.000 atletas con la marca Adidas, y a más de 200 con su marca Reebok. "Estamos muy contentos con el desarrollo de los JO hasta ahora", comentó Anne Putz, portavoz del grupo.
Entre otros, Adidas equipa a la nadadora alemana Britta Steffen y a la campeona del salto con garrocha Yelena Isinbayeva, estrellas en sus disciplinas, pero cuyos desempeños no dieron lugar a la misma batalla mediática que la de Bolt.
Del lado de Nike y sus atletas, la imagen que persiste es más bien la del fracaso del chino Liu Xiang, que se retiró de las series de los 110 metros vallas a raíz de una lesión. Confrontado a un rumor difundido por internet, Nike incluso se vio obligado a precisar que no forzó al atleta a retirarse de la competencia.
"Toda marca sueña con tener vencedores, y es la naturaleza del deporte que haya vencedores y vencidos", filosofó Adidas. Pero el golpe publicitario de su compatriota Puma le hace apretar los dientes.