Vinton Cerf, quien además es evangelizador en Google, detalló cómo será la interacción entre los smartphones y los dispositivos del hogar. El ejecutivo insistió en que, en un futuro próximo, todo estará conectado a internet. La idea es controlar todo desde un dispositivo.
Vinton Cerf cree que el móvil debería detectar automáticamente los dispositivos cercanos en cualquier sala o habitación para adaptarse instantáneamente a ellos y entenderlos para comunicarse e interoperar de acuerdo a las órdenes del usuario.
Google hace "un gran esfuerzo para facilitar el uso y un acceso fácil y sencillo de la tecnología a todos", que es precisamente uno de sus grandes desafíos, destacó Cerf.
En una entrevista con EFE insistió en que, en un futuro próximo, todo estará conectado a internet. Sin dar referencias precisas, ofreció una síntesis sobre cómo serán las aplicaciones prácticas de Brillo, el sistema operativo sobre el que trabaja Google para unificar la comunicación de los dispositivos conectados a la red.
En el hogar, por ejemplo, esto comprende a los lavarropas, las heladeras o los microondas. Habrá además sensores de temperatura, humedad o consumo de energía en cualquier lugar. En tanto, las personas llevarán pulseras para el control de sus parámetros biológicos e incluso prótesis conectadas o chips digeribles, que requerirán el respectivo control de todos ellos.
En este entorno de dispositivos por todas partes, no parece lógico que una persona "tenga que leer decenas de instrucciones técnicas" a la hora de querer beneficiarse de su uso, cada vez que llegue a un nuevo entorno inmobiliario, se mude de casa o se aloje durante un tiempo en un hotel o en la vivienda de unos amigos, advirtió Cerf.
Tampoco parece viable convivir con montones de controles programados para manejar cada sensor. De ahí que todo apunte a que el internet de las cosas y las ciudades inteligentes habrán de imponer ecosistemas tecnológicos de manejo mucho más sencillos en la interconexión con el usuario.
Las personas cambiarán de vivienda y en el nuevo inmueble encontrarán sensores de anteriores inquilinos que querrán incorporar a su vida. A su vez, otros muchos quedarán atrás disponibles para otras personas. Y en este mundo de idas y vueltas, los aparatos deberían manejarse fácilmente para ser introducidos en nuestras vidas de manera natural, insistió.
Cualquier dispositivo pequeño, como el móvil o un reloj inteligente, tendrá que estar capacitado para aprovechar tecnológicamente cualquier gran pantalla en las cercanías, como la televisión, para mejorar de forma sencilla la experiencia del usuario al consumir la información.
Según Vinton Cerf, la privacidad de los datos es uno de los desafíos en este ámbito de la conexión automática de dispositivos; la confidencialidad y la seguridad de la información son requisitos prioritarios, señaló.
En ese mundo, los comandos de voz serán también una constante ya que, explicó, lo intrínseco al hombre no es teclear sobre una pantalla para comunicarse sino hablar.
Google, Microsoft y Apple avanzan intensamente en este ámbito de reconocimiento oral y comprensión verbal de distintos idiomas por parte de las máquinas, algo que incorporan de a poco en sus dispositivos y sistemas operativos.
De esa manera, en un futuro, personas con problemas de vista podrían hablar sencillamente al móvil para pedirle menos calor o volumen de la televisión no sólo en casa, sino también al llegar a un hotel o a un nuevo habitáculo, sin tener que programar ningún tipo de sistema, porque lo haría automáticamente su aparato.