Mediacom realizó un informe sobre este fenómeno argentino. Las altas tasas de psicólogos y de personas analizadas, la diversidad de programas de TV, obras de teatro y el éxito de las películas de Woody Allen son algunos factores que demuestran la aceptación del público nacional.
Argentina, y sobre todo Buenos Aires, es considerada como el lugar más freudiano del mundo. Las altas tasas de psicólogos y de personas analizadas, la diversidad de programas de TV que se basan en la terapia psicoanalítica, obras de teatro sobre los trastornos obsesivos compulsivos y el éxito de taquilla de las películas de Woody Allen son algunos factores que demuestran la proliferación de productos relacionados a la psicología y la aceptación del público. Un fenómeno tan cotidiano como ficcional.
La terapia psicoanalítica es un tema tan jugoso para las ficciones como apasionante para los argentinos. Los números lo ratifican: 4 de cada 10 personas confiesan que pasaron alguna vez por el diván (siendo las mujeres de clase media-alta de entre 18 y 29 años las que más se psicoanalizan). Por otro lado, en cuanto a las personas dedicadas a la atención de éste tipo de pacientes, existen en nuestro país 154 profesionales cada 100 mil habitantes, proporción que triplica la de países como Estados Unidos, según indican los números de la Asociación Argentina de Psicoanálisis (AAP). Además, de acuerdo a la Universidad de Buenos Aires, cada año egresan 3 mil psicólogos. Y, en líneas generales, una sesión en un consultorio privado tiene un costo entre $ 150 y $ 300 y hay profesionales que llegan a tener honorarios de $ 500.
Con el reciente estreno del unitario Tiempos compulsivos (El Trece, 14,8%), se reabrió el tema. La ficción trata acerca de un espacio terapéutico que alberga pacientes ambulatorios con compulsiones severas, algunas asociadas a patologías psiquiátricas. El terapeuta es Fernán Mirás y tiene a su cargo a un grupo con diversos trastornos. Los principales padecimientos de los pacientes son: la adicción al trabajo y a la conectividad, la compulsión por la acumulación de objetos, los trastornos alimenticios; la personalidad múltiple, las personas que se auto infligen dolor y los mitómanos.
Los trastornos obsesivos compulsivos (TOC) tienen un precedente ficcional en teatro con la obra TOC TOC. Con más de 200 mil espectadores y 4 premios ACE, trata acerca de 6 pacientes que se encuentran en una sala de espera. Al ficcionar éstos temas, se intenta buscar el lado cómico, comprensivo y hasta querible de los trastornos patológicos. Los libretos pueden tener historias con clichés (relaciones familiares particulares, amores truncos, situaciones difíciles a resolver, etc.) pero son los personales los que agregan un plus con características distintivas.
Pero la televisión no sólo habla de trastornos compulsivos sino que refleja, también, otros tratamientos terapéuticos. En 1999 aparecía Vulnerables en El Trece (12.73%), una terapia de grupo guiada por Jorge Marrale. Entre los pacientes había una mujer inmadura con una madre absorbente, una persona fóbica, un adicto a las drogas y otro al juego, un hombre con dificultades en relacionarse con las mujeres y una mujer que nunca encuentra al hombre correcto. El rotundo éxito del programa dio pie a otro que trataba la dinámica grupal, Culpables (año 2001 por El Trece, 13.14 puntos promedio), aquí no había un terapeuta que nucleaba a los personajes sino que la interacción se debía a la amistad de tres parejas y una mujer recién separada. El unitario logró el premio Martín Fierro de Oro.
En el 2004 llegó Locas de Amor (El Trece, 15.67). Aquí, el psiquiatra era Diego Peretti y las pacientes: Leticia Brédice, Julieta Díaz y Soledad Villamil. La historia trataba sobre la reinserción en la sociedad de las tres mujeres, tras tener el alta médica del neuropsiquiátrico, conviviendo en un departamento.
El Trece, siguió apostando a las ficciones con tintes de terapia psicológica y en el 2009 estrenó el unitario Tratame bien (16.61%), con Julio Chávez y Cecilia Roth. Los protagonistas, tras 22 años de matrimonio y dos hijos, tienen una crisis de pareja. Cada uno tiene su propio terapeuta (Norman Briski y María Onetto) y, a su vez, eligen a Cristina Banegas como la profesional que los ayudará a resolver los problemas del matrimonio.
Ese mismo año, América emitía Terapia, única sesión (2009 y 2.86% puntos de rating) donde el licenciado Gabriel Rolón analizaba a famosos. Entre ellos: Florencia de la V, Cacho Castaña, Carmen Barbieri, Moria Casan, Silvio Soldán, etc.
Siguiendo con el repaso de las ficciones, una de las más recientes es En Terapia; con 2.47 puntos de rating promedio. Aquí, Canal 7 apostó a este formato en el prime time de lunes a viernes. Con origen israelí, En terapia, fue un producto exportado a 34 países del mundo; siendo In Treatment la versión de HBO (doblada en castellano para México y España)
En la versión argentina, los capítulos eran de 30 minutos y recreaban una sesión completa. Cada día de la semana era un paciente distinto y los viernes era el turno de la revisión (a cargo de Norma Aleandro) del analista: Diego Peretti. Entre los pacientes: Julieta Cardinali, Germán Palacios, Ailín Salas, Leonardo Sbaraglia y Dolores Fonzi. Ya concluyó la primera temporada y están preparando la segunda.
En el Cable y a nivel internacional, el tema tiene otro abordaje. Con una mirada 2.0, Web Therapy (TBS, 2011), una terapeuta, Lisa Kudrow implementa un nuevo método, análisis online en corto tiempo para sólo tratar los “temas importantes”. Por la serie pasan los más reconocidos actores de Hollywood.
La preferencia de los argentinos por este tipo de productos también se evidencia en el cine con, por ejemplo, la aceptación de las películas de Woody Allen. El cineasta le dedica especial atención al psicoanálisis, a los psicoanalistas, a las obsesiones y a las relaciones humanas. La película Medianoche en París (2011) tuvo 720.000 espectadores en Argentina y A Roma con amor (2012) cruzó las 400.000 personas.
Análisis convencionales, trastornos patológicos y hasta psiquiátricos; terapias grupales, de pareja, individuales, con famosos o vía web… cualquier versión es seductora para los argentinos, ganan adeptos y conquistan. Pareciera ser que la terapia psicoanalítica, en cualquiera de sus expresiones, es una temática probada y aceptada.