Acercándose a sus 10 años el Grupo SC integrado por las agencias P+, e4, SCA y Market-e inicia una etapa de crecimiento ampliando su equipo creativo y con nuevas oficinas. Realizarán acciones bajo el concepto “La agencia que hubiésemos querido tener cuando fuimos cliente”.
El Grupo SC de empresas especialistas en comunicación, liderado por Jorge Carbonell y Julio Van Haezevelde, conformado por las agencias P+ (comunicación 360º), e4 (desarrollos digitales), SCA (publicidad integral con servicios de planificación y compra de medios) y Market-e (marketing digital y tecnología), inicia una nueva etapa de crecimiento dispuesto a consolidar y expandir sus servicios.
Con el propósito de brindar soluciones de comunicación integral a sus clientes desde las diferentes especialidades, recientemente, el grupo ha reforzado su estructura interna, potenciando sus áreas estratégicas e incorporando dos duplas creativas: Manuel Galindez (redactor) y Marcos Galindez (director de arte), quienes trabajan bajo la supervisión Coco Cherny (director general creativo); e Inés Fraschina y Mariel Díaz, quienes se desempeñan en el área creativa de e4. En este camino, SC decidió mudar sus oficinas a Núñez.
Esta nueva etapa viene acompañada además por una renovación del logotipo del grupo y de la página web de SCA, un espacio creado para interactuar con los clientes, donde además de ver la estructura tradicional de un sitio web, habrá artículos escritos por todos sus integrantes acerca de publicidad, medios y creatividad.
El Grupo SC nace en el año 2002 cuando Carbonell, quien venía de desempeñarse como director de cuentas en Casares Grey / Grey Argentina, y van Haezevelde, con amplia trayectoria en empresas anunciantes como Clarín, Alpargatas y Mc Donalds, deciden fundar juntos la agencia SCA que fue el inicio del Grupo SC. “Desde que comenzamos a operar en 2002 nos propusimos ser la agencia que hubiésemos querido tener cuando fuimos cliente. Una agencia tradicional que integra dentro de su estructura todo el proceso de la comunicación de marcas. Desde el desarrollo de un concepto hasta en envío de un comprobante de publicación, pasando por la supervisión de producción de un original audiovisual, hasta la certificación de un impreso en pié de máquina, o la verificación de una estructura de vía pública y su documentación en la Mesopotamia, o el análisis de una certificación de pauta en una radio patagónica. Eso que definimos como el valium del cliente”, señaló Van Haezevelde con respecto a los objetivos y la modalidad de trabajo del Grupo, que hoy en día tiene entre sus clientes a empresas como: Hileret, Grimoldi, TRESemmé, Havanna, Veritas, Carrier, Yerba Mate Aguantadora, Summit Agro, Madelan, Clarín Rural, Clarín Circulación, entre otros. Además, forma parte de la Asociación Argentina de Agencias de Publicidad (AAAP), de la red TAAN (Transworld Advertising Agency Network), y es la única empresa de comunicación argentina en integrar la INMA (International Newsmedia Marketing Association).
Con respecto a la evolución y el crecimiento del grupo en el mercado publicitario, Van Haezevelde explicó: “En una industria donde los clientes reclaman mayor atención a su comunicación publicitaria, SC decidió apostar y valorizar la estrategia y la creatividad, partiendo de la base de que cada necesidad de comunicación es única. Única en función de la marca, de su rubro, del mercado al que apunta y de los objetivos planteados. Cada nuevo pedido de trabajo es empezar de cero, sabiendo que nos apoyamos en la experiencia de un equipo formado en las principales agencias que desarrollaron el mercado publicitario argentino en los últimos treinta años, y en varios de los mayores anunciantes y medios de comunicación”.
Por último, Carbonell expresó la visión, o el futuro, que desean para el grupo: “El tiempo por venir claramente seguirá marcado por la velocidad del cambio, esos cambios que desde el Grupo SC siempre advertimos y nos permite a través de las empresas emplear mucha gente, tanto directa como indirectamente. Cambios que en la industria en general, como en la nuestra particular, están señalados por la evolución de los soportes que nunca, por más eficientes que sean, podrán por sí solos proveer calidad en sus contenidos. Esa calidad será la máxima responsabilidad que nos tocará asumir. Muchos podrán ser editores, pero pocos lo harán con calidad. En este sentido, la clave estará entonces en mantener la ética necesaria para una comunicación responsable”.