Se trata del único diario en inglés que se publica en Argentina. Esta semana finalizó sus ediciones diarias y desde la primera semana de noviembre saldrá como semanario. En su último editorial explicó porque el Herald llegó a un punto final.
El Buenos Aires Herald cerró una historia de 140 años en la prensa argentina al publicar su última edición diaria. En su último editorial, publicado este miércoles y titulado “El final de un diario”, el matutino explicó que el Herald llegó a un punto final. Desde la próxima semana saldrá como semanario.
“Hemos transitado un largo camino desde nuestros humildes orígenes como un periódico de una sola hoja. Muchas cosas han cambiado en estas décadas y, en los últimos tiempos, el Herald ha atravesado severas dificultades”, señaló.
También reconoció que, si bien fue anunciada la continuidad con periodicidad semanal, “sería necio negar que semejante cambio nos duele, a la vez que refleja, en cierta manera, la crisis de los diarios”.
El Buenos Aires Herald, que acababa de celebrar sus 140 años de existencia, era un diario tradicional en Argentina, símbolo de independencia periodística durante la última dictadura militar (1976-1983).
Pese a que durante la década pasada fue comprado por empresarios vinculados al gobierno kirchnerista, el Herald supo mantener el equilibrio informativo y una permanente mirada crítica en torno a todos los poderes del Estado.
En su editorial de despedida, advirtió que la prensa experimenta dificultades en todo el mundo, los diarios enfrentan recortes y operaciones de cirugía mayor mientras los lectores migran hacia los medios digitales, lo que deriva en caídas en la circulación y de avisos publicitarios.
“Por otro lado, las audiencias, sobre todo los jóvenes, que leen y miran las noticias a través de sus smartphones o computadoras, lo hacen, por lo general, en forma gratuita”, agregó.
La crisis en los medios es un fenómeno mundial, insistió, “pero es particularmente cierta en el paisaje mediático argentino, donde las modificaciones en la forma de distribución de la pauta publicitaria oficial y la recesión exacerban estos cambios”.
En ese sentido, precisó que los sindicatos calculan que durante este año se quedaron sin trabajo alrededor de dos mil periodistas argentinos “un número impactante que le hará mucho daño a la profesión”.
Consideró que el Herald ha enfrentado sus propios desafíos “en medio de una polarización mediática insana”, en referencia a la división de periodismo oficialista y opositor que se gestó durante el kirchnerismo y que intercambió roles bajo la presidencia de Mauricio Macri.
“El escenario en el que nos encontramos hoy (...) torna inviable continuar con la edición diaria. Al mismo tiempo, somos los primeros en confiar en que hay un público ahí afuera, es decir, en el mundo, que reclama una prensa no sesgada”, confió.