BETC/Worldwide realizó una encuesta en donde se muestran las principales diferencias entre lo que se puede denominar como público general y aquellos consumidores más avanzados que encontramos especialmente entre los más jóvenes.
BETC/Worldwide ha realizado una encuesta en la que bajo el título de “Hashtag Nation: Marketing to the selfie generation” se muestran las principales diferencias entre lo que podemos denominar como público general (mainstream) y aquellos consumidores más avanzados que encontramos especialmente entre los más jóvenes (prosumers).
La encuesta ha sido realizada a 10.564 personas con edades comprendidas entre los 16 y 64 años. Entre las conclusiones se apunta a que cuando una marca quiere llegar a los jóvenes lo que tiene que hacer es mostrar los valores de estos en sus productos como es el caso de Pepsi, Levi’s o Mars. Pero ¿qué sucede cuando los valores de los jóvenes como la creatividad y la libertad son compartidos por todos?
Esta es sólo una de las preguntas a las que trata de dar respuesta esta encuesta en la que se revela que el marketing debe cambiar si quiere dirigirse a la conocida como “generación selfie”. Estas son algunas de las principales conclusiones:
1. El estudio revela que las personas con edades comprendidas entre los 16 y los 34 años están interesados en las marcas. Un interés que aumenta en la franja de entre los 20 y los 24 años.
2. El 45% de los jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 34 años señalan que las marcas juegan un papel esencial en sus vidas frente al 35% de los encuestados con edades comprendidas entre los 35 y los 54 años y el 25% de los mayores de 55 años.
3. El 60% de los jóvenes apunta que consumen las mismas marcas que las personas que admiran. Este porcentaje se sitúa en un 51% entre los encuestados con edades entre los 35 y los 54 años y en el 38% en lo mayores de 55.
4. El interés en las marcas no es un cheque en blanco por lo que hay que atender a dos factores: un factor situacional que hace referencia al forma en la que se les presentan las marcas (un 41% piensa que esta son se presentan de forma adecuada) y un factor estructural que señala que los jóvenes de entre 16 y 34 años se alejan de la opinión de la sociedad de consumo general.
5. Los jóvenes necesitan a las marcas y un 41% señalan que ellos tienen el poder de contribuir al éxito o fracaso de las marcas gracias a las redes sociales. Es por esto que es responsabilidad desarrollar nuevos modelos de relación para atraer y retener al público.
6. Para el 51% de los encuestados con edades entre los 16 y los 34 años la cultura pop que han consumido ha influido en su personalidad señalando un 50% que su actitud deriva de esta cultura. Para atraer a los jóvenes las marcas tienen que demostrar su verdadera utilidad. La cultura pop se ha convertido en el centro del diálogo de los jóvenes por lo que esta cultura debe convertirse en el centro de la estrategia de la marca.
7. La cultura pop tiene un carácter global: el 57% de los encuestados con edades comprendidas entre los 16 y los 34 años dedican más tiempo al consumo de contenidos globales que de su propio país.
8. La innovación no viene del contenido (homogéneo y predecible) pero sí en la forma de que se consume ya que son las tecnologías y las diferentes plataformas y apps las que están cambiando el orden.
9. Los jóvenes son más receptivos a las marcas tecnológicas que el resto de target. Por esto las marcas, para atraer a los jóvenes tienen que preguntarse cómo poner la tecnología en sus productos y servicios con el fin de involucrarlos.
10. Esta cultura ha cambiado las reglas en lo que al acceso a contenidos se refiere mostrándose el 54% de los jóvenes reacios a pagar por el consumo de contenidos culturales. No compran tanto como sus padres y el 47% prefiere gastar el dinero en experiencias.
Fuente: Marketing Directo